Un modelo desfilando en Milán con la nueva colección de la firma italiana. El estilo de moda Armani apuesta por los maxi-plumas y la sostenibilidad en su colección para hombre. La firma italiana ha presentado su colección otoño-invierno para 2020 en Milán. La mayor novedad es el acolchado con plumas. Emporio Armani, la marca joven de Giorgio Armani (85 años), apuesta, en su colección hombre otoño-invierno para 2020, por los plumas en su máxima expresión con bufandas, chalecos, o abrigos hasta los pies, que rompen con el color los tonos grises y negros que dominan en resto de prendas.
En la presentación de la línea en Milán, Emporio Armani, se apunta también al mensaje de la sostenibilidad que ha calado en el mundo de la moda con prendas con frases que invitan a reciclar. Esta tendencia desarrolla colecciones más respetuosas con el medio ambiente es cada vez más importante en la industria textil. La moda es una de las industrias más contaminantes. Es responsable del 20% de los vertidos de aguas residuales y del 10% de las emisiones de CO2 en el mundo. Giorgio Armani explicó a los medios italianos, que se trabaja con “telas recicladas” porque “debemos llevar el uso de materiales reciclados a prácticas comunes de producción y de la vida cotidiana”.
La mayor novedad de Emporio Armani para el próximo otoño e invierno es el acolchado con plumas, que el rey Giorgio experimenta en todas sus formas, incluso las más inusuales, con chalecos con tonos rojos y azules sobre fondo negro, maxi chaquetas hasta los pies, pero también bufandas y abrigos o también chaquetas acolchadas negras para llevar sobre sus elegantes de lana de espiga en tonos grises. Las piezas que más llamaron la atención fueron las prendas de abrigo de construcción híbrida: y es que la fusión de tejidos de lana con panales acolchados, el contraste de cuadros con tejidos de espiga y diversas tonalidades de gris convierten a estas piezas en clásicos instantáneos.
También desfilaron anoraks con mil bolsillos, también en una versión elegante, y como complemento enormes mochilas, pero también pequeños bolsos para llevar el teléfono y llevar colgado del cuellos. Las botas acolchadas de después de esquiar se convierten en el calzado de uso cotidiano. Todo ello sin renunciar a los trajes y abrigos elegantes en negros o grises, pero también en tonos plateados y con el burdeos como único color alternativo.
Fuente: El español, 16 enero 2020