Giorgio Armani, fallecido recientemente a los 91 años, fue una figura emblemática de la moda y un embajador internacional del diseño italiano. Fundó su casa de moda en 1975 y la lideró de forma independiente hasta su fallecimiento, consolidando un imperio con más de 2, 300 millones de euros en ingresos anuales.
Armani revolucionó el concepto del traje: suavizó la estructura de las chaquetas masculinas, introduciendo líneas fluidas y una elegancia discreta que redefinió la estética profesional de los años 80. Su gran salto internacional llegó cuando Richard Gere vistió ropa Armani en American Gigolo (1980), marcando el inicio de su fama global.
Fue conocido como “Re Giorgio”, una figura de humildad y atención al detalle, profundamente involucrado en cada aspecto creativo y operativo de su marca.
Fundó una fundación en 2016 para asegurar la independencia del grupo y establecer parámetros claros de sucesión y resguardo del legado, y con los años, la firma también se expandió más allá de la moda: abarcó casas, hoteles, mobiliario, perfumes y hasta equipos deportivos.
El legado de Italia en la moda global
Así, con íconos como Giorgio Armani, la moda es uno de los pilares para Italia en el mundo del lujo y la economía.
La moda representa aproximadamente 5 % del PIB italiano, con un valor agregado estimado de 75, 000 millones de euros y más de 1,2 millones de empleados, y es uno de los sectores más exportados del país: aporta el 10% del total de exportaciones, alcanzando cerca de 65,000 millones de euros, con más de 55% dirigido a mercados fuera de la UE.
Italia es líder mundial en alta costura y producción de lujo: 29 % de los suministros para grupos europeos de moda alta y dos tercios de las casas de lujo eligen Italia para producir, y, en 2023, la facturación del sector alcanzó 111, 700 millones de euros, un crecimiento del 3,2 %, aunque con márgenes en contracción por mayores costos en energía y materias primas.
Giorgio Armani fue mucho más que un diseñador: se convirtió en un símbolo de la elegancia italiana y en un embajador cultural que llevó el Made in Italy a los rincones más influyentes del mundo. Su visión transformó la moda masculina y femenina con un estilo sobrio, sofisticado y atemporal, marcando generaciones y redefiniendo cómo vestirse con poder y discreción.
Más allá de la moda, construyó un imperio independiente que diversifica en lujo, hospitalidad y diseño, asegurando que su nombre trascienda en la historia como uno de los grandes pilares de la moda global.
Fuentes: