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Fila, de los lápices de Florencia a los rotuladores en todo el mundo. 5,5 millones de inversión en Rufina

“Se producen en el corazón de la Toscana unas 9 mil toneladas de “pasta para modelar” y 400 millones de rotuladores al año”

Nacida en 1920 en la vía del Gignoro en Florencia con la misión de “fabricar lápices”, hoy está presente en más de 150 países en el mundo y cuenta con más de 3,000 empleados, 32 filiales y 22 plantas de producción. Fila, acrónimo de Fabbrica Italiana Lapis e Affini (Fábrica Italiana de Lápices y Afines), sigue fuertemente arraigada a sus raíces toscanas. La multinacional de la expresión creativa tiene una de sus dos plantas italianas en Rufina, en la localidad de Scopeti, donde 119 empleados, el 40% de ellos mujeres, trabajan en el diseño y producción de rotuladores, instrumentos de escritura y pastas para modelar, además de fabricar la tinta utilizada y el material para el embalaje de los productos (cubetas, cajas de cartón, etc.). Cada año salen de ahí hasta 9 mil toneladas de pastas para modelar (de las cuales el 80% corresponde a la célebre marca Das) y más de 400 millones entre rotuladores, resaltadores y bolígrafos que llegan a todo el mundo.

Este año se han invertido más de 2 millones de euros para potenciar las líneas de producción de Das y para una nueva línea que lanzará al mercado (probablemente en 2026) un nuevo resaltador. Otros 3,5 millones se destinarán a renovar el techo e instalar un sistema fotovoltaico capaz de cubrir el 30% de las necesidades energéticas de la planta.

“El negocio de mi abuelo iba de Florencia a Sicilia. El de mi padre, de Milán a Sicilia. El nuestro hoy va de Shanghái a San Francisco. Pero seguimos y seguiremos siendo italianos”, cuenta Massimo Candela, director general del grupo, quien ha liderado el crecimiento internacional de la empresa, fundada por un grupo de nobles empresarios florentinos en 1920, precisamente el 24 de junio, día en que se celebra al patrón de la ciudad, San Giovanni.

Hoy Fila, a través de sucesivas adquisiciones, se ha posicionado entre los principales actores globales del sector creativo, con dos líneas principales de negocio: el mundo escolar y el de las bellas artes. Las marcas Giotto, Tratto, Didò, Pongo, Das, Maimeri, Lyra, Canson, Princeton, entre otras, forman parte de un portafolio que cubre toda la cadena de la expresión: lápices, bolígrafos, rotuladores, colores, pinceles, blocs de dibujo y pastas modelables.
“No vendemos productos simples”, explica Piero Frova, director global de marketing, “sino herramientas para expresarse, materia prima para la creatividad”.

Desde 1994, el grupo ha invertido más de 700 millones de euros en adquisiciones estratégicas en todo el mundo, consolidando su presencia en Estados Unidos, Francia, Reino Unido, India, México y Alemania. En 2024 los ingresos fueron de 612,6 millones de euros, con resultados en crecimiento y con el objetivo de reforzar sus políticas de sostenibilidad.

La planta toscana, certificada con la ISO 14001:2015, es parte integral de la transición ecológica del grupo, que apuesta por materiales de origen biológico, procesos menos contaminantes y un nuevo compromiso educativo: además de la producción, Fila promueve en Italia y en el extranjero proyectos culturales y formativos para difundir el valor de la expresión creativa como herramienta accesible para todos. Para el próximo año escolar también se activarán proyectos con docentes, que en 2024/2025 involucraron a 5 mil escuelas.

El caso Das: historia e industria

Entre los íconos de la casa toscana, Das es uno de los productos más representativos. La famosa pasta para modelar nació de la intuición del poeta, escritor, anticuario y ceramista Dario Sala, quien dio nombre al Das y registró su patente en Milán en 1955. En 1963 comenzó la producción industrial con Adica Pongo, hoy parte del grupo Fila. Al inicio, la producción era artesanal: se necesitaban 16 personas para empaquetar apenas seis bloques por minuto. El producto final se envasaba al vacío, ya que al exponerse al aire se secaba y era imposible remodelarlo.
Luego, gracias al gran éxito del producto, se decidió diseñar una nueva planta totalmente automatizada que, con el control de solo cuatro personas, podía producir 22 bloques de un kilo y 36 de medio kilo por minuto. Solo así se pudo satisfacer la demanda de las escuelas y también de los adultos que querían explorar su creatividad en tres dimensiones.
Hoy Das es uno de los productos más vendidos por Fila en el mundo, junto a los rotuladores Turbo Color Giotto.

TrattoPen: el bolígrafo-rotulador made in Toscana cumple 50 años

Nacido de una intuición de los años setenta, TrattoPen es uno de los orgullos de la industria creativa toscana. Todo comenzó con un viaje a Japón del entonces director general Alberto Candela, quien descubrió una nueva tecnología de punta sintética: un sistema de segmentos microscópicos que permitía que la tinta fluyera sin interrupciones, como un plumín tradicional, pero sin riesgo de goteo o manchas.
Lanzado al mercado en 1975, TrattoPen, que ahora cumple medio siglo, sigue siendo producido íntegramente en la planta de Rufina, símbolo de una Toscana que innova y deja huella en el mundo.

Fuente: https://www.lanazione.it/economia/fila-penne-pennarelli-firenze-d1y2zq0n